En el cuerpo hay diferentes pulsaciones o ritmos, como el respiratorio, el circulatorio, etc. Estos ritmos son los más conocidos, pero también existe el ritmo craneosacral, que es mucho más sutil y pasa inadvertido.
El ritmo craneosacral consiste en la fluctuación del líquido céfalo-raquídeo, que cubre todo el sistema nervioso, con una frecuencia de 8 a 12 ciclos por minuto.
Las manos del fisioterapeuta experimentado consiguen percibir este ritmo para poder detectar cualquier anomalía producida por tensión, golpes, situaciones de estrés, migrañas, cefaleas.