Evitar los dolores por llevar al bebé en brazos

 En Tratamientos

Con frecuencia recibimos a muchas madres (y también padres) con dolores diversos asociados al hecho de llevar a sus bebés en brazos. Y, aunque la razón más frecuente de la consulta sean los molestos dolores de espalda, que cada vez se vuelven más agudos, no es sólo la columna lo que se resiente. Por ello, es importante identificar nuestros puntos débiles para poder protegerlos. Os hablaremos un poco de cómo protegeros ante cada uno de ellos.

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DOLORES DE ESPALDA

A menudo los dolores de cuello están relacionados con una mala postura, especialmente la que se toma al darle el pecho al bebé. Cuando llegue el momento busca una postura cómoda. Asegúrate de que podrás cambiarla durante la toma. Dicen que mirar al bebe y acercar tu cara a la suya mientras lo tomas en brazos refuerza los lazos afectivos. Sin embargo, esta postura mantenida en el tiempo puede ser perjudicial para tu cuello.

Consejo: Protégete bajando la cabeza sin meter el mentón hacia el cuello. Es sencillo, imagina que sostienes una naranja entre la barbilla y el cuello y así el peso de la cabeza no sólo recaerá sobre tus cervicales.

 

DOLORES DE CUELLO

El dolor dorsal es muy común. Este dolor a menudo va ligado a los cambios en el bebé y la forma en la que te inclinas para cogerlo o cambiarlo. Asegúrate de que al coger a tu bebé lo haces protegiendo tu espalda.

Consejo: Flexiona un poquito las rodillas, pégate a tu hijo/a al cuerpo y mete el ombligo, esto hará que se active la musculatura del abdomen y el peso no se cargue sobre la espalda.

 

DOLOR DE CADERAS

En ocasiones el dolor es consecuencia de un mal hábito como mantener cogido al niño del mismo lado. Todo su peso reposa sobre una sola cadera.

Consejo: Puedes prevenirlo alternando el costado con el que sujetas al bebé, usa la sillita de paseo siempre que sea posible y si ya ha aprendido a andar anímale a que de sus propios pasos.

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Estos son sólo algunos de los dolores que podéis ir notando a medida que vuestro bebé va creciendo. Intentad evitar en la medida de lo posible las posturas forzadas.

¡Haced ejercicio! El mejor gimnasio está en la calle. Salid a caminar a paso ligero. Ejercicios como el pilates terapéutico son muy buenos para fortalecer la musculatura del abdomen, creando una «armadura» que protegerá vuestra espalda ante cualquier esfuerzo y, además, hará que te sientas más flexible. Veréis que, a medida que vuestra musculatura esté más fortalecida, las molestias irán desapareciendo.

Sobretodo no olvidéis cuidaros a vosotros mismas y a vuestro cuerpo, aunque ya sepamos que sois unas súpermamás y súperpapás 

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